INICIAL

Es el primer nivel de la Educación Básica Regular en el que atendemos las necesidades educativas de nuestros niños de 3 a 6 años.

Constituye la etapa de mayor importancia para la vida, pues en ella se establecen las bases para el desarrollo del potencial biológico, emocional, social, moral y cognitivo de la persona. En este primer escalón del desarrollo, se forman las principales conexiones neuronales del ser humano a un ritmo, velocidad y cantidad que nunca más se repite en la vida; de ahí la inexorable y vital importancia del acompañamiento pedagógico, guía personal y atención receptiva de los adultos responsables para un adecuado aprestamiento.

Es por ello que, en este nivel educativo, se promueve el aprendizaje y desarrollo integral de los niños en estrecha relación y correspondencia con la labor formativa de la familia, por ser esta la primera y principal institución de cuidado y educación del niño en sus primeros años.

“Si cambiamos el comienzo de la historia, cambiamos la historia entera” (UNICEF).

La Educación Inicial se encuentra regida por 6 importantes principios psicopedagógicos:

Principio del Juego y la Estimulación

El principal medio de aprendizaje y formación integral de un niño en la primera infancia es, definitivamente, el juego (libre o dirigido, dentro o fuera del aula). Constituye una actividad fundamental que le permite, de manera natural, desarrollar habilidades motrices, socioemocionales y cognitivas. En el juego, los niños aprenden a moverse y expresarse, a conocerse y conocer el mundo que les rodea y a socializar (tomar decisiones, asumir roles, establecer y respetar reglas, asumir las consecuencias de los actos, resolver conflictos, etc.) El juego es el estimulador del aprendizaje por excelencia.

Principio de Respeto

Implica respetar y valorar su forma de ser y hacer en el mundo, lo que supone considerar sus derechos, su ritmo y estilo de aprendizaje (visual, auditivo, kinestésico o multimodal), nivel madurativo, características personales y socioculturales, que hacen de él un ser único y especial; todo ello con la finalidad de crear las condiciones e implementar los procesos pedagógicos más adecuados.

Principio de Seguridad

A partir del placer de sentirse seguro, no solo físicamente, sino también, y sobre todo, emocionalmente, es que los niños podrán separarse y diferenciarse del resto de sus pares para construir su propia identidad e interactuar con el mundo a partir de ella, bajo la calidad de los cuidados de los adultos responsables de su formación.

Principio de Autonomía

Bajo las condiciones físicas y afectivas más adecuadas, los niños necesitan la libertad e independencia para desplegar sus iniciativas de movimiento y expresión frente al mundo que les rodea, y así experimentar, construir y enfrentar situaciones que les permitan generar estrategias para desarrollar su pensamiento y creatividad; es ahí justamente donde son capaces de aprender y construirse a sí mismos.

Principio de Comunicación

Es importante considerar al niño como un interlocutor válido, con capacidades comunicativas y expresivas que le permiten desarrollarse. El niño es un usuario de la lengua que necesita cumplir sus propios propósitos. Es por ello que generar espacios propicios de comunicación en la escuela es tan importante.

Principio de Salud

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es entendida como “[…] un estado de completo bienestar físico, psicológico y social, y no meramente la ausencia de enfermedad [física]” (OMS, 2006). Por lo tanto, la salud involucra un estado de bienestar en todos los aspectos; está relacionada a conductas, estilos de vida, entornos físicos y sociales saludables; y pone énfasis en acciones educativas que faciliten la participación social y el fortalecimiento de las capacidades de las familias en el mantenimiento, mejoramiento y recuperación de la salud de los niños.